El fiscal del juicio por el crimen del kiosquero Roberto Sabo, asesinado a balazos en noviembre pasado durante un robo en la localidad bonaerense de Ramos Mejía, pidió este jueves que el acusado sea condenado a prisión perpetua, al alegar ante el tribunal, que el martes próximo dará a conocer su veredicto.
Idéntico pedido fue realizado por el abogado que representa como particular damnificada a la familia de Sabo, Fernando Burlando.
Al realizarse este jueves la segunda jornada del debate, en la que se concretaron los alegatos, el fiscal Sergio Antín pidió al Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 de La Matanza que condene al acusado Leandro Suárez (29) a la pena de prisión perpetua por los delitos de «homicidio agravado criminis casae y robo agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de un menor de edad».
A continuación, Burlando pidió también la máxima pena para Suárez pero por el «homicidio criminis causae» de Sabo, mientras que la defensa del acusado solicitó una condena de 15 años de cárcel por «homicidio en ocasión de robo».
Por su parte, al decir sus «últimas palabras» ante el TOC 2, que el martes a las 10 dará a conocer su veredicto en una audiencia que se realizará de manera virtual, el acusado reiteró que no tuvo intención de matar al kiosquero.
«Le quiero pedir disculpas a la familia, no fue mi intención, no lo quería matar pero todo se tiene que pagar. Muchas cosas se hablaron que no son así, por los gestos que hice a la prensa, y me quieren hacer ver cómo un asesino a sangre fría. Vine a dar la cara porque no fue como dicen, me hago cargo, pero fue un forcejeo», manifestó Suárez.
Antes de iniciarse la audiencia, Tomás Sabo, hijo de la víctima, dijo a Télam que la familia espera una «condena adecuada de cadena perpetua».
Y sobre la versión del acusado, agregó: «Dijo que no fue a matar pero cuando antes estuvo preso usaba las redes sociales y decía que tenía sed de sangre. Un tiro se te puede escapar, pero cuatro…».
La audiencia de alegatos se desarrolló en el edificio judicial ubicado en la calle Mendoza 2417, de San Justo.
El crimen
Según la elevación a juicio presentada por el fiscal de primera instancia, Federico Medone, el crimen de Sabo fue cometido en el marco de un raid criminal que se inició el 7 de noviembre de 2021, cuando el acusado y la chica que lo acompañaba fueron hasta una agencia de remises de Ciudadela y pidieron viajar hasta Ramos Mejía.
Ambos fueron llevados por el conductor de un remís Ford Focus negro hacia esa zona, donde Suárez pidió detenerse unos minutos en un kiosco ubicado en avenida de Mayo y Alvarado, en la zona comercial de Ramos Mejía.
Allí se bajó solo e ingresó al kiosco «Drugstore Pato» armado con «una pistola semiautomática 7,65 mm con numeración suprimida y cargada con al menos un cartucho, y con un revólver calibre .22», de acuerdo a la pesquisa.
Una vez adentro del comercio, intimidó con esas armas a Sabo, se apoderó de 10.000 pesos producto de las ventas y disparó cuatro balazos al kiosquero, dos de ellos con orificio de salida, quien murió casi en el acto, según la acusación.
Al salir del kiosco, el asaltante intimidó con armas al remisero que lo había llevado hasta el lugar y le robó 6.000 pesos de la recaudación, el teléfono celular y el auto, en el que huyó con la adolescente.
En la huida, el Focus chocó contra un árbol, momento en que los dos tripulantes se bajaron e ingresaron a un supermercado con intenciones de simular ser clientes y aprovechar para cambiarse las ropas y así tratar de evitar ser identificados.
Tras ello, y siempre bajo amenazas con armas, robaron la moto y pertenencias a un delivery, hasta que finalmente fueron detenidos en avenida de Mayo y Rivadavia, de Ramos Mejía, durante un operativo policial.