Un pozo ubicado entre Avenida de Mayo y Azcuénaga, en la localidad de Ramos Mejía, es centro de preocupación de los vecinos de la zona. Si bien se llevaron a cabo cuatro obras en el último año para remendarlo, manifestaron que, a pesar de los arreglos, la situación se agrava aun más y, debido al paso de los vehículos por la concurrida avenida, el pozo es cada vez más grande.
“Nosotros reclamamos y vienen a arreglarlo, pero en poco tiempo se vuelve a romper la calle”, explicó un vecino en diálogo con El1 Digital, y añadió que el último arreglo se hizo hace tres meses. “En diciembre habían vallado el pozo y lo cubrieron, pero no retiraron las vallas una vez que terminaron. Los colectivos les pasaban por encima, las rompían, y los vecinos tuvimos que levantarlas porque era un peligro”, aseguró. Por otra parte, alertó que, al estar ubicado en la senda peatonal, dificulta la circulación de los peatones; además, los colectivos no pueden esquivarlo.
Según pudo confirmar Radio Universidad,a medida que avanza la obra, los trabajadores se topan con caños de agua, de suministro eléctrico y de gas, por lo que necesitan la autorización de las empresas de los servicios para continuar y, como resultado, se realizan parches provisorios que se deterioran progresivamente. Asimismo, para las reparaciones no se utiliza cemento, sino materiales que pueden retirarse fácilmente.
Fuente: El1Digital