A cuatro meses de ese trágico día, por el cual hay dos detenidos, uno de ellos una menor de edad, el joven dialogó con Radio Universidad y recordó a su padre: “Mi viejo era una de las personas más queridas de Ramos. El único velorio más grande que vi después del de mi papá fue el de Maradona”, ejemplificó para dar cuenta de lo que significaba Roberto para toda la comunidad ramense.
Y sumó: “Nosotros, su familia, y todo Ramos Mejía se privó de tener presente a una persona como mi viejo. Se nos han acercado y nos han brindado su apoyo desde cualquier lugar del país y del mundo. La gente se vio reflejada en el caso y en mi papá, que lo único que estaba haciendo era laburar un domingo para darnos lo mejor a nosotros”.
Si bien el kiosco de Roberto continúa abierto gracias al empeño de sus hijos, la idea es cerrarlo. “Queremos terminar con el kiosco, pero también sabemos lo que le costó tenerlo a mi viejo y a mi abuelo y entonces por eso no podemos tirarlo por la borda, pero la idea es ir dejándolo porque es duro estar acá. Esto ya pasó una vez y puede volver a pasar. El miedo siempre está”, reconoció.
Por último, el joven hizo referencia a cómo está la inseguridad en la zona tras el crimen de su padre y al oportunismo político que dijo presente luego del asesinato del kiosquero: “Por suerte, reforzaron el esquema de seguridad en la zona de Ramos, pero también sabemos que la gente asesina se siente impune de hacer lo que quiere y que no se intimida ni con un policía en la esquina ni en la puerta y la vida de nosotros como ciudadanos corre riesgo”, alertó.
“Lo que siempre quisimos dejar en claro es que, seas de Boca o de River, por citar un ejemplo, acá nos importaba la vida de mi viejo y no la política. Queremos que se hable de papá y que se haga justicia”, finalizó.
Fuente: El1Digital