El semáforo ordena el ingreso a Rivadavia desde la calle Avellaneda, que allí se corta por las vías.
A partir de un pedido de los vecinos, la Comuna instaló un semáforo en un punto clave de Ramos: la esquina de avenida Rivadavia y Avellaneda, a sólo tres cuadras de la estación del tren Sarmiento.
Se trata de un cruce rodeado por varios centros de salud y los colegios Nuevo Día y Del Parque. Allí, los numerosos vehículo autos que transitan por Avellaneda quedaban estancados al llegar a Rivadavia, donde la calle se corta por las vías y deben doblar por la avenida. Sin semáforo y con los vehículos que vienen tanto del lado de Ciudadela como del de Haedo a gran velocidad, la maniobra se convertía en un riesgo constante. Tanto, que según cuentan los vecinos, solían producirse accidentes con frecuencia, algo que también registraron en la Municipalidad.
“Es una intersección sumamente transitada, que muy cerca tiene una sede de la clínica DIM y el centro de Salud CPM, donde circulan ambulancias y hay mucho movimiento, tanto de vehículos como de peatones”, señala Fabiana Zimerman, subsecretaría de Tránsito y Transporte comunal, el área que se ocupó de responder el reclamo que la gente llevó a la delegación del barrio.
El cruce se encuentra a pocas cuadras de la Clínica DIM y el centro de Salud CPM, que generan mucho movimiento de vehiculos y peatones.
A tan sólo unos días de la colocación del semáforo, ya comenzaron a escucharse testimonios sobre el cambio: «Es muy bueno porque entre los peatones, los autos y las ambulancias que van y vienen de las clínicas este cruce era un desorden. Y a eso se sumaban los que estacionan sobre la vereda, quitando visibilidad. Había muchos choques, sobre todos de los vehículos que desde Avellaneda doblaban hacia Haedo», cuenta Hugo Racciatti, vecino de Ramos.
Por su parte, Pablo Aguirre, vecino que frecuenta la zona, asegura que era un cruce complicado y para cruzar Rivadavia caminando, muchos preferían iban hasta las esquinas de Necochea y Alvear para hacerlo más seguros.
Justamente, al mismo tiempo que instaló el semáforo, la Comuna anuló las sendas peatonales que había sobre Rivadavia para evitar que la gente cruce por allí y redirigirlos hacia esas otras dos esquinas, hasta las que de cualquier modo hay que caminar para poder atravesar las vías.
Más allá de estar conformes, algunos plantearon algunas objeciones: «Aunque era necesario que lo pusieran, al que está sobre Rivadavia lo tapan los árboles. Además, deberían sincronizarlo con los otros para que haya una circulación fluida», protestó Karina, que vive a dos cuadras de la esquina.
Demarcaron los cordones y las sendas peatonales de Avellaneda. Las de Rivadavia, en cambio, las eliminaron.
Asimismo, renovaron el cruce peatonal de la calle Avellaneda y repintaron los cordones de amarillo para evitar que estacionen los autos particulares y así dar prioridad a ambulancias, taxis y remises que traen gente tanto a la clínica como al centro de salud.
Por último, se llevó a cabo un operativo con agentes de tránsito para ordenar y guiar a automovilistas y peatones, tras los cambios que se realizaron en la zona.
Fuente: clarin.com